jueves, 27 de septiembre de 2007

¡ME CAIGO... Y ME LEVANTO!

Así exclamaba mi padre cuando se enojaba… Ya conté en este blog que él no solía decir malas palabras sino que las disfrazaba un poco. Evidentemente el “me caigo” iba por “me cago” pero ¿en qué se cagaba papá? La mayor parte de las veces en San Petersburgo, otras en Ceuta (como me lo recordó mi hermano Fernando, “el memorioso” de la familia). También decía “me cache'n dié” (imagino que cachondeo no viene de allí pero ¡qué parecido que suena!)
Parece que para los españoles es muy común eso de cagarse en algo: en la leche, en la hostia, en los cojones, en la puta madre; hasta en el buen gusto. Algunos, como Calamaro, se cagan en todo, pero con amor… pero considero que el colmo son los que se cagan en ¿ná?

Ilustración: Mario Vela (Madrid 1969), "La caida de la memoria (Mnemosine)" 1997 - 92 x 73 cm - Acrílico y collage sobre tela

5 comentarios:

Urbano dijo...

Yo, como casi siempre hablo desde el desconocimiento, me pregunto por qué son malas las malas palabras, quién las define como tal. ¿Quién y por qué? ¿Quién dice qué tienen las malas palabras? ¿O es que acaso les pegan las malas palabras a las buenas? ¿Son malas porque son de mala calidad? ¿O sea que cuando uno las pronuncia se deterioran? ¿O, cuando uno las utiliza, tienen actitudes reñidas con la moral?

Obviamente, no se quién las define como malas palabras. Tal vez sean (ellas) como esos villanos de viejas películas —como las que nosotros veíamos—, que en un principio eran buenos, pero que al final la sociedad los hizo malos. Tal vez nosotros, al marginarlas, las hemos derivado en palabras malas.

Yo me acuerdo de que en mi casa mi vieja no decía muchas malas palabras, era correcta. Mi viejo era lo que se llama un mal hablado, que es una interesante definición. Como era un tipo que venía del deporte, entonces realmente se justificaba. También se lo llamaba boca sucia, una palabra un poco antigua pero que se puede seguir usando.

Urbano dijo...

Cabe aclarar que mi comentario es obra del gran negro Fontanarrosa?

laura dijo...

Tu blog está cada vez más interesante y divertido, y las fotos buenísimas.

María del Carmen dijo...

Gracias Laura! Proviniendo de una experta en blogs como vos, es un gran elogio.

Alejandro Rozitchner dijo...

Las palabras que sirven para evitar las malas palabras: todo un rubro.
Pucha, en vez de puta. Caray, carancho, en vez de carajo. Etc.