lunes, 17 de septiembre de 2007

¡ÚLTIMO MOMENTO!

Creo que di con el por qué se llamaba loras a las prostitutas de origen europeo (ver ¿Dónde queda la concha de la lora?)
Parece que en el Paris de principios del siglo XIX, a las mujeres que trabajaban en la industria de la confección y buscaban otra fuente de ingresos, se las llamaba grisettes, por el uniforme gris de muselina que vestían en los talleres, y ese nombre llegó a significar prostituta de baja cotización.
Quienes tenían la suerte de encontrar un hombre que les pusiera un departamento, ascendían un escalón: eran las lorettes, llamadas así porque vivían en los alrededores de Notre Dame de Lorette.
Por último, si eran lo suficientemente bellas e inteligentes, podían llegar a convertirse en cortesanas o demicastors y alternar con hombres poderosos (burgueses ricos, nobles, banqueros e, incluso, obispos y cardenales).
En un diccionario francés español de 1940 encontré esta definición de lorette: mujer galante, por lo que no sería de extrañar que de allí se pasase a lora y diera origen a esa exclamación de uso común en nuestro país.

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