miércoles, 10 de octubre de 2007

HUEVÓN


Ricardo, uno de mis compañeros del Taller, suele nutrirme de valiosísima información para mi tesina. Uno de los datos que me dio fue el del libro “La palabra huevón” de Cosme Portocarrero (seudónimo del lingüista chileno Emilio Ávila). Allí se dice que para los chilenos es “la palabra más común del idioma… muletilla omnipresente; apoyo verbal, sin el cual los discursos de nuestro pueblo palidecerían, se desinflarían, cojearían heridos en el ala, huérfanos del colofón que redondea cualquier enunciado conversacional…”

Para el diccionario de la RAE es un americanismo que significa lento, tardo, bobalicón, ingenuo.
También Camilo José Cela la incorpora a su Diccionario Secreto y le otorga distintos significados según el país: Chile: brutal, estúpido, cobarde; Venezuela: tonto; Perú y Puerto Rico: majadero; Cuba, Guatemala y Méjico: haragán. Termina diciendo que es un término de muy flexibles acepciones.

Tiene su origen en hueva del latín ovum, de donde surge huevo, que por semejanza física se utilizó para designar a los testículos. Fiel al germen de vida que conlleva, del huevo nació una familia de palabras que dará para otro posteo.
Pero la más famosa es huevón (literalmente: hombre de testículos grandes), a la que, con el tiempo, se le dieron otros usos: puede ser sustantivo, adjetivo y verbo. Algunos ejemplos:

  • Como vocativo: semejante a fulano, sujeto, tipo
  • En tratamiento amistoso: amigo, compadre
  • Como elemento fático: oye
  • En forma peyorativa (las acepciones del diccionario): tonto, torpe, estúpido, o bien desprevenido, confiado, incauto, cándido
  • Hasta puede significar: idealista, altruista, honrado, puro, bonachón o, aún, bueno
La que en un principio fue una palabra injuriosa, pasó a ser usada en todos los estratos sociales y hoy en día es común que los chilenos, en su hablar cotidiano, terminen casi siempre sus frases con un “on”, “won”, “gwon”. Una demostración de la importancia que le otorgan, son los foros que se arman para debatir sus significados y alcance (el año pasado hubo uno en la Universidad Diego Portales y otro en la Biblioteca de Santiago) y la película de Boris Quercia (un cineasta chileno exitoso): "El rey de los huevones", cuyo afiche ilustra este posteo.

2 comentarios:

pavelushka dijo...

Algo de esto sé por lo que me dispongo a comentar: huevón es lo más cercano que hay a boludo.

Primero por el origen. Pero tambien por los significados que siempre dependen de la intensión. Finalmente porque en chileno actual, es una coma más que una palabra.

Tema importante, en Chile decir Huevón está mal, muy mal. Debe decirse won, o uon, pues de la primera forma pierde el sentido original y se va a algo docto, ciertamente poco eficaz o eficiente a la hora de buscar resultados.

Es interesante como ademas se le ha desarrollado el femenino wona, modo que no estaba en la lengua original.

Un abrazo,

María del Carmen dijo...

¡Gracias Pavel! Esperaba tu comentario; quien más que vos podía aclararme el tema...