Con relación a las "malas palabras", muchas veces leí que la mayoría tiene su origen en dos grandes vertientes: lo sexual y lo escatológico.
Pero Cosme Portocarrero -seudónimo del lingüísta chileno Emilio Ávila-, en "La palabra huevón", lo dice con un lenguaje tan afín al que se supone que debería usar yo si esto se transforma en una tesina, que me limito a citarlo textualmente:
"Para elaborar sus escatolalias, el habla popular y vulgar de los chilenos centra sus intereses expresivos casi exclusivamente en a) los procesos de desasimilación y evacuación, tomando como referentes las excretas, de preferencia sólidas, y la anatomía que interviene en esas funciones, elementos que sirven de base a la creación de un prolífico campo de coprolalias, y b) la anatomía y fisiología de la reproducción, cuyos órganos y actividades sexuales dan lugar a un copiosísimo sistema léxico de sexolalias."
1 comentario:
¿vas a usar ese lenguaje o decís que "se supone" porque sería "lo correcto"?
naaaaa, ¿y usás un lenguaje más normalito? Puteadas, digo.
jajajá!
beso
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